Tlaquepaque

Tlaquepaque

En marzo de 1530, llegó a estas tierras Nuño de Guzmán y su gente, entrando por San Martín de las Flores, llamado antes Tlaxicoltzingo. Fue entonces bien recibido por la reina de Tonalá, siendo ésta bautizada con el nombre de Juana Bautista Danza, por disponer una danza en honor de los españoles. Sin embargo el 25 de marzo de 1530, Nuño de Guzmán tomó posesión del reino de Tonalá y naturalmente de los pueblos sujetos, entre ellos Tlaquepaque. En 1548, el poblado recibe el nombre de San Pedro, por sugerencia de Fray Antonio de Segovia . Desde la segunda mitad del siglo XVI adquirió el carácter de corregimiento sujeto a la jurisdicción de la ciudad de Guadalajara. Hacia 1621, San Pedro era doctrina de religiosos franciscanos del convento de Guadalajara. El 26 de noviembre de 1810, Hidalgo hizo su entrada a San Pedro. En 1821, Tlaquepaque es la cuna de la proclamación de la Independencia de Jalisco por el brigadier Pedro Celestino Negrete, el documento es firmado en la villa el 13 de junio del mismo año. Conforme al decreto del 27 de marzo de 1824, San Pedro pertenecía al Departamento de Guadalajara. En 1825, San Pedro aparece registrado como pueblo con ayuntamiento que comprendía a los pueblos de San Andrés, Santa María, San Sebastián. Durante 1835, el célebre don Manuel López Cotilla, funda en Tlaquepaque las primeras escuelas oficiales para ambos sexos. En 1843, San Pedro tenía ya categoría de Villa y comprendía tres ranchos. El 14 de febrero de 1858 Juárez llegó a Tlaquepaque. El 22 de marzo del mismo año se firmaron en este lugar Los Tratados de Tlaquepaque, según los cuales las fuerzas victoriosas no perseguirían a quienes habiendo coadyuvado al sostenimiento de la legalidad, por lo que permanecieran en Guadalajara. El 23 de septiembre llegaron a Tlaquepaque las fuerzas de González Ortega y Zaragoza donde se incorporó Ogazón y el 26 amagaban nuevamente a Guadalajara. Aún así, el 2 de noviembre, Ogazón desalojó al jefe conservador Jesús Ruiz, apodado El Colimilla. Desde fines del siglo XIX, esta municipio empezó a ser llamada San Pedro Tlaquepaque. En 1917 el Lic. Manuel Aguirre Berlanga, gobernador de la entidad, decretó que el municipio se llamara solamente Tlaquepaque. Sin embargo, a través de los años se le sigue llamando San Pedro Tlaquepaque; por tradición.

Antes que los españoles llegaran a estas tierras, los pueblos: Toluquilla, Zalatitán, Coyula, Tateposco, Tlaquepaque, Tapechi (Tepetitlán), y Tequepexpan, formaban con Tonalá un reino, gobernado por una mujer llamada Cihualpilli Tzapotzinco. Este lugar estuvo habitado por indígenas tonaltecas y más tarde por los tecos que se encontraban en el lugar a la llegada de los españoles.

El Parían.- Este famoso y típico edificio que caracteriza a San Pedro Tlaquepaque es un sitio de reunión y esparcimiento familiar y lugar para festejos cívicos y sociales y sigue siendo obligada visita de turistas nacionales y extranjeros quienes disfrutan de la exquisita birria al son del Mariachi. Actualmente cuenta con 18 restaurantes y bares. Jardín Hidalgo.- Lugar que da vida al corazón de San Pedro Tlaquepaque con su hermosa plaza y su característico kiosco rodeado entre frescas palmas, fresnos y rosas que invitan a relajarte y disfrutar de un delicioso antojito mexicano, una nieve raspada y presenciar diferentes actividades cívicas, religiosas y culturales, por lo que se considera un punto ideal de descanso y entretenimiento para nuestros visitantes. Presidencia Municipal.- Este edificio colonial data del siglo XIX. Actualmente, es utilizado como oficinas administrativas y gubernamentales de San Pedro Tlaquepaque. En la segunda planta se encuentra el mural “Historia de Fuego” del artista Camilo Ramírez y la pintura en gran formato “Yolotl” de Eusebio Sánchez Benítez; dignos de admirar. Plaza de Toros.- Los apasionados a la feria taurina tienen este coloso legendario dentro del centro histórico. Sobre este ruedo, construido por el Señor Juan N. Caracho, han tenido encierros inolvidables figuras de gran talla. Mercado Municipal.- A fin de conocer las costumbres de un pueblo, el visitante hace una escala en sus mercados de las poblaciones y para probar alimentos típicos de la región. San Pedro no podía ser la excepción pues los diferentes sabores de su comida, los olores, frutas y verduras muestran al turista el gran la gran variedad de colores y sabores que existe en nuestra tierra. Calle Independencia.- Andador donde encontraras galerías de arte, tiendas artesanales, viejas casonas, el Museo Regional de la Cerámica, bares y restaurantes. Centro Cultural el Refugio.- en 1885, Fray Argüello inicio la construcción de este edificio, el cual funciono como hospital general y psiquiátrico y se edificó en diversas etapas. Actualmente, es el Centro de Congresos, Convenciones, Exposiciones y Eventos Especiales. En sus instalaciones se encuentran la Escuela de Artes Plásticas, Artesanías y Oficios “Ángel Carranza” y el Museo del Premio Nacional de la Cerámica “Pantaleón Panduro”. Museo del Premio Nacional de la Cerámica “Pantaleón Panduro”.- El museo se encuentra en las instalaciones del Centro Cultural el Refugio. Alberga las piezas ganadoras del Premio Nacional de la Cerámica, mismas procedentes de diferentes Estados de la República Mexicana. Museo Regional de la Cerámica.- El Museo cuenta con ocho salas de exhibición, que contienen piezas de diversas regiones de Jalisco y México; incluyendo las miniaturas del tlaquepaquense Ángel Carranza. Además, una sala extra, es dedicada a exposiciones de arte y cultura. Parroquia de San Pedro Tlaquepaque.- Hermoso recinto construido por la Orden Franciscana, que recibe la categoría de Parroquia en el año 1845, constituye uno de los pilares espirituales de San Pedro Tlaquepaque. Su construcción es una mezcla de estilos, incluyendo: el bizantino, barroco y romano. Al frente se localiza la plazoleta de San Papa Juan Pablo II. Santuario de Nuestra Señora de la Soledad.- El inicio de su construcción data del siglo XVIII, cuando el Sr. Manuel Caballero promete edificar un templo a la Virgen de la Soledad por favores recibidos. Años posteriores y gracias a Fray Luis Argüello, obtiene la categoría de “Basílica Lateranense”. En su interior, conserva oleos de famosos pintores; así como esculturas policromadas.

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